martes, 27 de noviembre de 2007

G8


Se denomina G8 a un grupo de países industrializados del mundo cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a escala global. Está conformado por: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia. No se basan en un criterio único por lo que no son ni los ocho países más industrializados, ni los de mayor renta per cápita ni aquellos con un mayor Producto Interior Bruto.

Los orígenes del G8 se establecen en marzo de 1973, cuando, a petición del Secretario de Tesoro estadounidense, George Shultz, se reunieron los ministros de finanzas de Estados Unidos, Japón, Alemania Occidental, Francia y el Reino Unido. En la cumbre de 1975, en Rambouillet, Francia, se produjo la entrada de Italia y, dos años más tarde, en 1979, que a partir de 1998 con la integración de Rusia, se denominó lógicamente G8.


Los representantes de estos ocho países se reúnen a
nualmente en lugares pertenecientes a alguno de los miembros en la llamada Cumbre del G8. La finalidad de estas reuniones es analizar el estado de la política y las economías internacionales e intentar aunar posiciones respecto a las decisiones que se toman en torno al sistema económico y político mundial.

A lo largo del año, los ministros de economía, comercio, relaciones exteriores, medio ambiente, trabajo, etc., se encuentran para ir preparando la Cumbre anual, acercando posiciones y negociando consensos.


Rusia, a pesar de pertenecer al Grupo, ha estado durante todos estos años marginada en el debate de los temas económicos y financieros del G8, al no pertenecer aún a la Organización Mundial de Comercio, por sus discrepancias con Estados Unidos, único país con el que Rusia aún no ha concluido las negociaciones comerciales bilaterales para acceder a la organización multilateral, integrada por 149 países.

El poder del G8



El G8 ha ido buscando soluciones y estrategias comunes para hacer frente a los problemas detectados, en función siempre de los intereses propios. Cumbre tras cumbre, encontramos una invariable reafirmación por parte del G8 de las bondades de la globalización neoliberal y un impulso continuo de las reformas que lo deben permitir: libe
ralización comercial y financiera, privatizaciones, flexibilidad del mercado laboral y políticas macroeconómicas deflacionarias como el déficit dos en el presupuesto y los elevados tipos de interés. A menudo, este mensaje se ve diluido en los medios de comunicación detrás de anuncios espectaculares en temas como la lucha contra la pobreza, las iniciativas de reducción de la deuda o las ayudas en la lucha contra las enfermedades infecciosas como el sida o la malaria.

Pero mientras el G8 se muestra implacable en el impulso de las políticas neoliberales, no ha mostrado tanta diligencia en la lucha contra la pobreza, la cancelación de la deuda o la erradicación del sida, incumpliendo sus promesas año tras año. Algunos ejemplos han sido: el aligeramiento de la deuda externa en forma de la Iniciativa HIPC: de los 110 mil millones de dólares prometidos en 1999, en junio de 2003 se habían hecho efectivos menos de un tercio; aportaciones millonarias al Fondo Global de la Salud por la lucha contra el sida y otras enfermedades; de los 13 mil millones de dólares anuales prometidos en 2001, tan sólo se han hecho efectivos 350 millones al año; o destinar el 0,7% del PIB aAyuda oficial al desarrollo, ninguno de los países del G8 llega actualmente al 0,33% . (AOD): a pesar de las promesas hechas desde 1981

El G8 no tiene formalmente capacidad para implementar las "soluciones" que diseña. Para conseguir que sus iniciativas, las que realmente interesan, tiren adelante, el G8 cuenta con el poder de sus países miembros en las instituciones internacionales como el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el FMI o la OMC. De hecho, de los cinco miembros permanentes (con derecho a veto) del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, cuatro son miembros del G8, y en el marco del Banco Mundial y el FMI los países del G8 acumulan más del 44% de los votos. En las negociaciones en el marco de la OMC, los países del G8 también acostumbran a funcionar como un bloque formado por la UE, Japón, EEUU y Canadá.

A pesar de la relevancia de estas cumbres, las discusiones del G8 son supersecretas. No existe transcripción de las mismas y los documentos preparatorios, aun siendo elaborados por funcionarios públicos de los países miembros, son generalmente también secretos y muy raramente salen a la luz pública. Los únicos documentos totalmente públicos son las declaraciones finales.


¿Qué es, en definitiva, el G8?



El G8 es realmente el foro donde se diseña la globalización capitalista neoliberal, donde se toman, de facto, decisiones clave sobre la gestión de la política y la economía mundiales. Es un gobierno mundial a la sombra, dominado por los presidentes de unos estados que representan al 60% de las riquezas mundiales... y a poco más del 10% de la población mundial...

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